La nueva sociedad ya ha comenzado, desde el momento 1 del confinamiento. Con algunas jaulas de oro, que sólo serán mausoleos de soledad, arquitectónicamente dignos de revista. Con hogares esperando a sus dueños que llegan exhaustos después de darlo todo por nosotros. De hogares cercanos al límite, con muchas personas, ejemplo de solidaridad.
Como sociedad estamos hibernando como los osos, pero con las facultades al ciento por cien.
Inercia de movimiento, quizás en el camino de retorno a nosotros mismos.
La naturaleza descansó de nosotros, y resurgió. Si nosotros descansamos de nosotros mismos, ¿ también resurgiremos?
Ojalá hayamos aprendido y seamos mejores de lo que fuimos.
Elena Nemenyi
Valencia 6 de abril de 2020
Elena Nemenyi
Valencia 6 de abril de 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión nos interesa. ¡Gracias por comentar!