Hace ya bastante tiempo me contaron un triste cuento.
Había una vez una niña a la que regalaban una muñeca. Ante el estupor de su obsequiante, la niña le arrancaba un brazo. ¡Qué haces, pequeña! Entonces le arrancaba el otro brazo. ¡Pero, hija, pobre muñeca! Siguió arrancándole primero una pierna y después la otra. ¡Niña! ¿Se puede saber por qué rompes la muñeca?
¡ES MI MUÑECA Y HAGO CON ELLA LO QUE ME DA LA GANA!
Recuerdo muchas veces esta historia. Cada vez que conozco seres que se comportan como aquella niña.
Había una vez una concejala que se hizo construir un despachito de ¿300 metros cuadrados? con jacuzzi y todo en el edificio de su Junta de Distrito. ¡Qué vergüenza! Menos mal que todo cambió…
Hay esta vez un concejal que, despreciando el lujo y los bienes para sí mismo, ansía satisfacer los deseos de lxs estudiantes a quienes hace tres años durante el cierre de la biblioteca de la Comunidad acogió, todo él generosidad. En un pispas, tras un Pleno en el que pareció quedar claro que se trataba de una medida temporal mientras se arreglaba la biblioteca de Dr. Esquerdo y que la Junta seguiría desarrollando en “el despachito"- actualmente por fin con nombre propio: Clara Campoamor”- las actividades típicas de aquello que lxs vecinxs habíamos conseguido que fuera, un Centro Cultural. Pero al concejal no solo le pareció innecesario devolver a lxs estudiantes a la biblioteca, su medio natural, con mesas, libros y silencio, sino que acaba de regalarles más espacio y más silencio desplazando el Centro Cultural del despachito -¿habrá que llamarle ahora “el estudito”?- a una de las salas de la planta de abajo.
Todo ello él solito, sin que la Mesa de Cultura haya tenido capacidad alguna de evitarlo.
¿Por qué no?
¡ES MI JUNTA Y HAGO CON ELLA LO QUE ME DA LA GANA!
Como dice el cuento muchxs vecinxs vivimos el despachito como un regalo y creo que durante este tiempo lo hemos usado y cuidado para que nos durase mucho tiempo y para que se desarrollase mucho mas.
ResponderEliminarEn el barrio hay espacios para jovenes,tanto de estudio como lúdicos, también centros de mayores, pero faltan espacios mixtos para distintas edades y distintas actividades; un centro abierto y acogedor que promueva el encuentro entre lxs vecinxs donde puedan hacerse charlas, talleres, zona de lecturas de periodicos y revistas, incluso una pequeña biblioteca más informal que las dos que hay en el distrito....
Todo esto se podía haber hecho en el despachito que luego bautizamos como Clara Campoamor.
En la nueva sala, casi una zona de paso a los despachos de grupos politicos, no se puede hacer nada de esto y da la impresión de que no se pone en valor todas las actividades y todo el esfuerzo que se ha hecho en estas salas.
Estaría bien que se nos explicase el porque de esta medida y también porque no se ha tenido en cuenta las protestas de los usuarios y de la Mesa de Cultura
Isabel
Nuestro Centro, Clara Campoamor, supone mucho para muchas vecinxs del barrio. Podemos asistir a charlas que diferentes colectivos o asociaciones dan y es muy apropiado para este tipo de actividades tanto el espacio en si como su localización en el centro del distrito.
ResponderEliminar¿ Para qué nos sirven las mesas y qué debemos hacer para contar con una participación real?
Estos días he hablado con varias personas del barrio sobre este tema y aunque no sea la mía, quiero reflejar aquí la postura favorable al "estudito":el argumento es el nivel de ocupación, los actos culturales no son masivos y ocupan el espacio a tiempo parcial, mientras que los estudiantes cada vez son más, exigen más espacio y lo ocupan continuamente y hay que satisfacer sus necesidades y peticiones
ResponderEliminarNo dudo que haya gente que no vea mal "el estudito" pero quizá convendría poder hablar de las cosas vis a vis y que cada grupo expusiera sus puntos de vista.
ResponderEliminar¿ es eso participación?