Antes, los anuncios eran claramente machistas y sexistas. Ahora no se atreven a ser tan burdos y nos dan una de cal y otra de arena; pero la mayoría de las veces, bajo una apariencia moderna y desenfadada, siguen apareciendo los mismos tópicos, los mismos estereotipos sexistas y la misma desigualdad.
Un banco está haciendo una campaña publicitaria anunciando que no cobra comisiones.
Nada que objetar a uno de los carteles: dos chicas cargando un sofá en una mudanza. Curiosamente, es el cartel de tamaño más pequeño y el que menos aparece en las sucursales.
Analicemos los otros dos:
Analicemos los otros dos:
En el primero aparece una mujer en el salón de su casa, vestida de ejecutiva, con tacones y bolso-maletín. Se supone que lxs niñxs la han atado para obligarla a permanecer en casa y jugar a los indios. Arriba, el texto dice: “Esta es la comisión que tienes que pagar a tus hijos por dedicarle tanto tiempo a tu negocio”.
Da igual que la mujer tenga un trabajo importante, es ella la que tiene que llevar la casa y el cuidado de lxs hijxs; parece que el hombre no tiene necesidad de conciliar su vida laboral y familiar; no se habla del reparto de tareas y se sigue fomentando la culpabilidad en las mujeres que trabajan fuera de casa.
En el segundo, un hombre rodeado de bolsas se ve obligado a comprarle a su pareja otra prenda de ropa. El texto es el siguiente: “Comisión que te cobra tu mujer por irte de despedida de soltero”. Aquí la mujer, a la que no vemos porque está dentro del probador, se nos presenta como posesiva, controladora, frívola, caprichosa, víctima de la moda...
Sería un buen ejercicio cambiar las figuras de los carteles: en el primero poner a un padre “atado” haciendo el indio; y en el segundo, una mujer “desesperada” pagando chantajes a base de comprarle ropa a su marido. Se haría evidente el reparto desigual de roles y tareas que la sociedad nos impone a todxs.
CUIDADO: Esta es la misma entidad que nos estafó con las acciones y participaciones preferentes, la de las tarjetas black, la de los desahucios, la que rescatamos entre todxs con dinero público y que ahora nos obsequia con esta campaña discriminatoria.
Da igual que la mujer tenga un trabajo importante, es ella la que tiene que llevar la casa y el cuidado de lxs hijxs; parece que el hombre no tiene necesidad de conciliar su vida laboral y familiar; no se habla del reparto de tareas y se sigue fomentando la culpabilidad en las mujeres que trabajan fuera de casa.
En el segundo, un hombre rodeado de bolsas se ve obligado a comprarle a su pareja otra prenda de ropa. El texto es el siguiente: “Comisión que te cobra tu mujer por irte de despedida de soltero”. Aquí la mujer, a la que no vemos porque está dentro del probador, se nos presenta como posesiva, controladora, frívola, caprichosa, víctima de la moda...
Sería un buen ejercicio cambiar las figuras de los carteles: en el primero poner a un padre “atado” haciendo el indio; y en el segundo, una mujer “desesperada” pagando chantajes a base de comprarle ropa a su marido. Se haría evidente el reparto desigual de roles y tareas que la sociedad nos impone a todxs.
CUIDADO: Esta es la misma entidad que nos estafó con las acciones y participaciones preferentes, la de las tarjetas black, la de los desahucios, la que rescatamos entre todxs con dinero público y que ahora nos obsequia con esta campaña discriminatoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión nos interesa. ¡Gracias por comentar!