domingo, 3 de mayo de 2020

DESCONFINAMIENTO



Nos preguntamos hacia dónde tendremos que caminar cuando salgamos del confinamiento.

Este parón a nivel mundial nos ha servido para analizar el planeta y a nosotros como parte de él.

Ya hemos visto quién ha ganado el primer asalto: un virus. Solo unas partículas que saben cómo atacarnos y cómo desarrollarse utilizando nuestras propias células y nuestro material genético. Nos ha enseñado que somos vulnerables, que nuestro talón de Aquiles es la salud .

No podemos decir que aquí no ha pasado nada y que una vacuna o varios medicamentos nos van a salvar. Estos son necesarios, pero además tenemos que modificar nuestras costumbres: ser respetuosxs con nuestro entorno; valorar cada acto que hacemos a nivel individual; cuestionar el perjuicio que ocasionamos al planeta; aprender a seguir viviendo con menos.

Durante el confinamiento nos hemos dado cuenta de que no son los banqueros, los profesionales de élite, las multinacionales, las industrias farmacéuticas o los monopolios de internet…los que nos han aliviado y dado un poco de esperanza. Han sido sanitarixs, limpiadoras, cuidadoras, reponedoras de alimentos, cajeras, camionerxs distribuyendo alimentos, agricultores plantando y recogiendo… Muchxs de ellxs con empleos precarios y con sueldos de miseria.

Para los que no salíamos de casa y necesitábamos mantenernos físicamente bien, ha habido muchos profesionales que también teníamos infravalorados como: profesores de gimnasia, yoga, pilates… que nos han dado, día tras día, lo mejor de ellos, dejando a un lado sus problemas personales. 


Los psicólogos que también han estado ayudando con todas las patologías que aparecían y a afrontar las pérdidas y enseñando técnicas para superar estas situaciones.

Profesionales de la cultura que nos han regalado su música, poesías, bailes, montajes de diferentes artistas, obras de teatro, libros gratuitos, películas…

Los profesores que han seguido enseñando a sus alumnos las asignaturas, teniendo que suplir las deficiencias tanto individuales como las de su alumnado y las de las redes a las que parte de la población no tiene acceso. 

Padres que han disfrutado de sus hijos pero que también han tenido que reinventar distracciones y juegos diferentes y combinarlo con su tele trabajo.

Jóvenes que de forma voluntaria hacían las compras y se las llevaban a domicilio a la población de riesgo.

Cursos de cocina para elaborar nuestro propio pan, dulces, comidas más saludables y para desarrollar cualidades que desconocíamos y tantas y tantas cosas.

Durante dos meses parte de la sociedad ha sido capaz de ofrecer al resto lo mejor que tenía para que la humanidad como civilización no desaparezca.

Tenemos que replantearnos cómo debemos seguir a partir de ahora. Ya no nos sirven tantos bancos ni futbolistas de élite que solo piensan en su competición. Ni industrias farmacéuticas con el único interés en sacar la vacuna para ver cuánto van a ganar o a cotizar en bolsa

Estamos con un virus material genètico-mutante (que ni siquiera es un organismo) que tiene a todo el género humano bajo su control y si no somos capaces de respetar el  entorno donde ha estado confinado durante muchísimos años (animales salvajes, selva y bosques, aguas, casquetes polares), seguirá atacándonos.

No podemos volver al punto de partida, no debemos basar nuestra existencia en una economía de mercado depredadora. La supervivencia del hombre la tenemos que basar en el cuidado de todxs de forma colectiva, en la redistribución de la riqueza, en la disminución de las desigualdades, en la solidaridad y en la integración social…Si no somos capaces de desarrollar un nuevo modelo, seremos una especie a extinguir en poco tiempo.

Podemos vivir con menos y respetando al planeta en todos los aspectos. Los cambios los tenemos que realizar a nivel individual y colectivo.


Puede ser una tarea difícil, pero nos gustaría dejar un planeta con los mejores y mayores avances intelectuales, físicos y emocionales del ser humano a las siguientes generaciones, pero también aprendiendo a respetar la naturaleza y las necesidades del planeta. Es una asignatura que hemos suspendido y que en unos meses la tendremos que aprender a marchas forzadas


 Katy 3 de mayo de 2020

1 comentario:

  1. Gracias Katy: muy buen análisis de la situación.
    Tan optimista y positiva como siempre, ves un camino para cambiar de modelo y de formas de vida.
    Yo no tengo tan claro que hayamos aprendido algo y tampoco que aprobemos las asignaturas pendientes en el "examen" de Septiembre, mucho me temo que tengamos que repetir curso o directamente ser expulsados del cole.
    Isabel

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