miércoles, 15 de agosto de 2018

A Vueltas con La Idea del Progreso





¿Seguimos pensando que nuestra civilización avanza de forma lineal hacia un futuro mejor o, quizá, vemos ese futuro con cierta intranquilidad sin confianza en que la idea de progreso sea sostenible?

Dos libros recientes hablan sobre el tema:

En Defensa de la Ilustración de Steven Pinker es un alegato en defensa del progreso. Según Pinker, el desarrollo científico y la globalización son los dos pilares básicos de nuestro avance. Aporta muchos datos sobre la esperanza de vida, la mortalidad infantil, la nutrición... que, según el autor, prueban de manera irrefutable el progreso. Otros datos sobre el efecto de la globalización prueban también, según Pinker, que la accesibilidad de los productos y el espíritu democrático se han extendido por el mundo. En este contexto invoca a los Ilustrados para recordarnos que fueron ellos quienes con su apoyo a la Ciencia sentaron las bases del progreso. 

¿Por qué cree Pinker que es necesario defender la Ilustración ahora? ¿Ve algún peligro? Pinker cree que la ignorancia, la politización partidaria y el pesimismo cultural pueden frenar el desarrollo científico. Por el contrario, defiende que los avances en física, geoingeniería, biogenética e inteligencia artificial lograrán un progreso ilimitado a pesar de lo limitado de nuestro espacio y recursos.

A mi parecer, al libro le sobran datos y certezas pero le falta una comprensión profunda del periodo ilustrado. Al terminar su lectura, no puedo dejar de plantearme si el libro defiende el periodo ilustrado o, más bien, es una defensa cerrada del sistema imperante hoy en día.

Una aproximación muy diferente a la Ilustración es la de Marina Garcés en su Nueva Ilustración Radical. A la autora le interesa analizar la actitud Ilustrada. Destaca de los Ilustrados su creencia en que el ser humano puede mejorarse a sí mismo a través de la reflexión. Destaca también que la autonomía de pensamiento es esencial para poder someter cualquier saber y cualquier creencia a crítica. Y que precisamente esta crítica nos permite denunciar las relaciones entre el saber y el poder. Resulta paradójico, según Garcés, que aunque tengamos más acceso a la información sea cada vez más fácil neutralizar la crítica mediante una nueva “ideología solucionista”. 

En opinión de Marina Garcés, los Ilustrados lograron con su conocimiento de la naturaleza humana y su mente crítica e inquisitiva un cambio profundo del sistema. Y sugiere que, quizá, son estas mismas herramientas las que resultan imprescindibles para construir un nuevo sistema que permita hacer nuestra existencia más vivible.

1 comentario:

  1. Gracias por estas dos estupendas reseñas, que invitan a leer libros distintos a las novelas y best-sellers a los que estamos acostumbradas
    Siempre he admirado mucho la epoca de la Ilustración, pero creo que tal vez los Ilustrados pecaron de ingenuos o de optimistas pensando que la Sociedad progresaba siempre hacía adelante y que la humanidad sería cada vez mejor.
    En esa época empezaban los adelantos cientificos y parecia que podían cambiar el mundo y de hecho lo han cambiado pero creo que en un sentido diferente al que ellos pronosticaban.
    Me apetece mucho leer el libro de Marina Garcés.
    En cuanto al de Pinker, me temo que pertenezco al grupo de pesimistas historicos a los que parece que critica duramente.
    Isabel

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