martes, 23 de mayo de 2017

Nuestro Primer Taller del Árbol en Retiro

El 13 de mayo acompañamos durante dos horas y media a Talma (técnica de medio ambiente en Rivas) y Juan (de Ecologistas en Acción) que junto José Luis (de Ecologistas en Acción), Aida (técnica en medio ambiente) y Óscar (de la Asociación Los Pinos) nos ofrecieron un paseo/taller por el barrio. Fue una experiencia maravillosa porque nos permitió, a quienes tuvimos la suerte de participar, conocer los nuevos criterios que se manejan en la planificación del arbolado urbano; aprender que no hay nada aleatorio en este tema sino que hay que tener en cuenta muchas variables; y descubrir que en estas áreas de medio ambiente trabaja gente verdaderamente implicada.





Iniciamos nuestro recorrido en la plaza de Daoíz y Velarde, un ejemplo de condiciones buenas para el árbol porque hay mucha tierra alrededor, poco riesgo de impacto por maquinarias o
vehículos, etc. En ese sentido, los árboles de esta plaza -falsas acacias y cinamomos- son bastante afortunados (aunque a la acacia le ataca el pulgón con su melaza –esos puntitos negros y pegajosos que cubren los bancos de la plaza en verano) .
Sin embargo, los agujeros de los alcorques, en principio bien diseñados pero de difícil mantenimiento, están compactados, impidiendo el intercambio con el exterior. De hecho, algunos árboles tienen la copa seca; el árbol “se atrinchera” por el estrés que le causa la falta de agua. Y es que el 80% de los problemas del árbol vienen de la raíz. Creemos que las raíces se hunden mucho en la tierra y, sin embargo, el 90% de ellas solo están a un metro de profundidad y necesitan espacio para extenderse. Esta noción es clave porque en una ciudad suele haber muchas interferencias en el suelo (tuberías, cableado…) que reducen el espacio para la raíz. Por otra parte, la continua presión del suelo en el entorno del árbol (por tránsito, rodada o estacionamiento) compacta la tierra y reduce la cantidad de oxígeno y agua que llega a las raíces, dañándolas y causando el deterioro del árbol en numerosas calles de la ciudad.

Continuamos nuestro paseo por la avenida Ciudad de Barcelona, poblada con grandes plátanos de sombra en alineación a ambos lados de la calzada. Son árboles de gran porte que necesitan mucho espacio para desarrollarse. Estos ejemplares están muy intervenidos por el lado de las fachadas, muy descompensados artificialmente. Por fortuna, el plátano reacciona muy bien mecánicamente. Y también cicatriza muy bien las heridas de poda. Antes se creía que la poda fortalecía al árbol. Pero hoy día sabemos que las podas solo responden a nuestras necesidades urbanísticas, que el árbol no necesita nunca las podas, que tiene sus propios mecanismos de compensación y equilibrio; y que cuanto más se poda, más se debilita y agota.

La siguiente parada la realizamos en la plaza del mercado frente a la calle Abtao. Observamos los aligustres, árboles de tamaño medio, con gran copa, que crecen bien. Dada su altura y al ser de hoja perenne es causa de queja por parte de los pequeños comercios por dificultar la visibilidad de las tiendas. Además, no debería estar tan próximo a los edificios de viviendas ya que las hojas tapan la luz en invierno y aumenta el gasto de calefacción. Sin embargo, precisamente por ser de hoja perenne, tiene la ventaja de no ser peligroso para los viandantes ni necesitar tanto mantenimiento de recogida de hojas en el otoño, lo cual reduce el presupuesto.


Al llegar a la calle Cavanilles observamos el mal estado en el que se encuentran algunos olmos y hablamos sobre los posibles tratamientos para esos árboles o la necesidad de talarlos. Nos explicaron que la ley actualmente obliga a aplicar: en primer lugar, medidas preventivas; en segundo lugar, fauna útil (como por ejemplo, mariquitas, que se comen el pulgón); en tercer lugar, si las medidas anteriores no son suficientes, tratamientos fitosanitarios aplicados por endoterapia como primera opción, inyectando el plaguicida en determinados puntos de la corteza del árbol; y solo como ultimísima opción si todo lo anterior es insuficiente, pulverización de fitosanitarios. 
Como todo lo que se pulveriza, se inhala con mucha facilidad, supone un mayor riesgo para la salud. Y por esta razón, la ley actual obliga también a las empresas encargadas de hacer los tratamientos con biocidas a presentar un proyecto explicando: por qué se va a intervenir un árbol (o una zona), argumentando sus razones para tratarlo de una determinada manera, especificando qué tipo de protección van a tener lxs trabajadorxs y de qué manera se va a avisar al resto de la población que pueda verse afectada. No obstante, las asociaciones de vecinxs siguen pidiendo que la información sea más prolija y que se facilite con suficiente tiempo para que lxs vecinxs puedan tomar las medidas necesarias para evitar exponerse.

Por otra parte, antes de tomar la decisión de talar un árbol se deben sopesar muchos factores. Hay que tener un estudio exhaustivo, dado que muchas veces es muy difícil evaluar la gravedad de los daños de los árboles.
E igualmente antes de replantar un árbol en el lugar del que se ha talado, además de limpiar bien los restos del tocón y, preferiblemente, dejar pasar un año antes de poner el nuevo, hay que evaluar y valorar si realmente es conveniente la sustitución o si es preferible poner en su lugar un arbusto para el mejor desarrollo de los árboles de alrededor, tal vez demasiado próximos entre sí.
Por último, salió el concepto de “dignidad del árbol” en relación con el empeño a veces excesivo que ponemos en conservar en lugar de talar algunos ejemplares que verdaderamente están ya en su final de ciclo y deberíamos aceptar perder.

A nuestra llegada a Dr. Esquerdo surgió el tema del césped artificial en la mediana. A su favor: estéticamente, en un lugar como ese, logra dar un efecto de vegetación. No pone en peligro la integridad de los trabajadores que tendrían que estar constantemente trabajando en él, en un espacio tan pequeño rodeado de tráfico intenso en ambas direcciones. Y no tiene un coste tan alto de mantenimiento, pues 1 m2 de césped natural supone un gasto de 7 u 8 litros de agua al día en verano. Por cierto, en las calles de Madrid se riega con agua potable. El inconveniente del agua regenerada es que no completa el ciclo en la depuradora y además se distribuye por aspersión.

Al acercarnos a la zona de Adelfas pudimos observar de qué manera la planificación a la hora de plantar árboles también va cambiando. Vimos cómo en Catalina Suárez con Valderribas hay una fila de árboles limpiatubos, plantados en la calzada y con bolardos a su alrededor para evitar el impacto de los coches. Al

pasar por la calle Gandía vimos una excelente fila de prunos y aligustres plantados también en la calzada y con los coches aparcados en batería. Sorprende que en algunas calles limítrofes no haya árboles como en esta; quizá debido al predominio de talleres.
Al terminar frente al Centro de Luis Peidró vimos un alcorque corrido, lo cual en principio es ventajoso respecto de los arcorques individuales. Pero dada la proximidad al edificio, no sería conveniente plantar en él árboles. Podrían ponerse arbustos, pero estos exigen mucho más mantenimiento.

Terminamos el paseo en el Huerto de Seco, que después de muchos años, ya es legal y participa en la red de huertos urbanos. Allí se cultivan productos para el consumo que se cultivan y reparten de manera comunitaria.



Estamos encantadas con este taller no solo por lo mucho que aprendimos sobre los árboles, nuestras calles, la complejidad del diseño urbano… sino también por el interés y la participación de muchxs vecinxs. Ojalá sigamos organizando estos talleres en el Distrito.
Y ojalá, como proponía Juan, entre todxs consigamos que el Ayuntamiento edite para este y otros distritos en los que haya tanto interés por el tema guías informativas como la que han hecho lxs vecinxs de Carabanchel Alto.

4 comentarios:

  1. Creo que es muy importante que a este tipo de actividades le demos continuidad desde los grupos vecinales y que con ello se facilite la incorporación de nuevos vecinos con los que trabajemos para construir NUESTRO BARRIO.

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  2. Fue una experiencia muy interesante que debemos darle continuidad. Propongo que antes de Agosto hiciéramos el Taller del Árbol en el Parque Martin Luther King.

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  3. En efecto el paseo fue una experiencia maravillosa que el texto refleja con todo detalle y con el mismo amor y entusiasmo que pusieron nuestros amigos de Ecologistas en Acción.
    Realmente he pasado de no saber nada de los árboles del barrio, a tener un montón de información que aplicaré en mis paseos.
    Gracias
    Isabel

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  4. Muchas gracias enredadas por el esfuerzo de plasmar este recorrido por nuestro barrio para conocer y querer a los àrboles y plantas de nuestro entorno.
    Antes caminaba mirando el asfalto, ahora elevo más los ojos y contemplo la salud de los àrboles que nos dan oxìgeno, sombra en estos meses tan calurosos y otro colorido a la ciudad gris en la que vivimos.
    Además de las explicaciones me gustaron los sentimientos con los que algunos vecinos contaron cosas, como que en la calle Valderribas no hay plantado ningún árbol porque parece que pasa un arroyo, otro vecino contaba como todas las mañanas regaba los àrboles para que no se secaran o la preocupación y las exigencias de los vecinos cuando se fumigan los àrboles…
    Agradecer a Talma, profesional pero a la vez cercana, el cariño con el que nos explicó : las heridas de los àrboles por las podas, los golpes de los coches o las marcas de los humanos( sin valorar que son seres vivos )y que el ecosistema que tienen alrededor es necesario: mariquitas, pulgones, agua no reciclada, espacio para su crecimiento…
    Me ha ayudado a querer la flora de mi barrio y valorar que la naturaleza es frágil, necesaria y que somos parte de ella.
    Espero asistir a otros talleres porque todavía tenemos muchas zonas en nuestro barrio que quiero conocer y respetar.
    Gracias nuevamente.
    Carmen

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