Mi edificio tiene casi 100 viviendas, los vecinos y vecinas apenas nos conocemos, ni hablamos, más allá de los saludos de cortesía en el portal o en el pasillo.
Sí que conozco y tengo cariño a Jose, una vecina estupenda a la que puedo pasar semanas y hasta meses sin ver.
Ahora nos vemos todos los días desde nuestros balcones, a las 8 en punto de la tarde.
Jose tiene que ir a diario a trabajar; al preguntarle que tal lo lleva, me contestó con un mensaje que me pareció un poema:
"Tengo la suerte de no tener que coger transporte.
Es triste.
Voy por Alfonso XII.
Tiene el encanto de oler a campo
Y también la tristeza de pasear por un Madrid vaciado"
Gracias Jose por dejarme compartirlo y las cañas que siempre dejamos para otro día, nos están esperando en un bar del barrio.
Ahora nos vemos todos los días desde nuestros balcones, a las 8 en punto de la tarde.
Jose tiene que ir a diario a trabajar; al preguntarle que tal lo lleva, me contestó con un mensaje que me pareció un poema:
"Tengo la suerte de no tener que coger transporte.
Es triste.
Voy por Alfonso XII.
Tiene el encanto de oler a campo
Y también la tristeza de pasear por un Madrid vaciado"
Gracias Jose por dejarme compartirlo y las cañas que siempre dejamos para otro día, nos están esperando en un bar del barrio.
Isabel 14 de abril de 2020
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