La primera parte nos contaba un día en la vida de una mujer mayor y sola y los "pequeños", sutiles, pero dolorosos "malos tratos" que encuentra en su entorno: vecinos y vecinas, empleados de banco, tenderos...
La segunda parte era como podría haber sido ese mismo día si lográsemos eliminar los prejuicios, actitudes y discriminaciones que rodean la vejez
Gracias a Pilar Monreal que lo ha hecho posible.
Tanto la representación teatral como la intervenciones de Pilar y una especialista del Colegio de psicólogos y el debate posterior, fueron muy interesantes.
Echamos de menos en el barrio actos de este tipo que suscitan reflexiones sobre la soledad, sobre la vida que llevamos, cómo es nuestro día a día, cómo trata la sociedad a las personas mayores, pero también que tipo de actitudes y de comportamientos tenemos entre nosotrxs y que tendríamos que hacer para cambiarlos.
Es positivo que se tengan actos sobre buenos tratos y no solo con los mayores sino con las diferentes generaciones. En un mundo tan individualista y acelerado es bueno reflexionar que deberíamos cambiar en nuestra relación con los demás, a veces una palabra, un gesto, un saludo, un tono de voz; puede suponer una fuente de confianza y relax para los demás e incluso para nosotros mismos.
ResponderEliminarTenemos que volver aprender a relacionarnos.