VIENTRES DE ALQUILER:
Me ha interesado mucho el artículo de Carmen publicado en el blog el 4 de julio y al hilo de su lectura se me iban ocurriendo estas reflexiones.
EL EMBARAZO
Durante años nos han dicho que el embarazo es un estado natural de la mujer: feliz, placentero, fácil y maravilloso y resulta que ahora nos lo presentan como algo complicado, peligroso y de alto riesgo.
Es verdad que en el caso de los vientres de alquiler hay una manipulación médica y a veces hasta genética, seguramente muy agresiva, que por otra parte es la misma que se emplea en la reproducción asistida, que no solo no se cuestiona, sino que incluso se hace en el sistema público de salud.
Lxs defensorxs y futuros “clientes” nos dirán que la gestante tendrá todos los cuidados físicos y psicológicos, los pagaran sin problema porque a muchxs de ellxs el dinero les sobra y nos echaran abajo estos argumentos.
En cuanto a los vínculos biológicos y emocionales que se crean en el embarazo, nos dirán que estos lazos maternales tan especiales no impiden que las feministas defendamos el derecho al aborto y nos tendremos que callar.
Muchas de estas ideas pseudocientíficas sobre el cuerpo sagrado de la mujer, sobre su responsabilidad con la vida, etc. me dan bastante miedo, porque normalmente se usan en nuestra contra; me recuerdan demasiado al discurso religioso y a una moral conservadora y rancia que parece que está resurgiendo con ropajes nuevos: la mística de la maternidad, las teorías sobre el apego, el colecho, la lactancia prolongada... que al final están logrando volver a encerrar a la mujer entre las paredes del “hogar”.
EL CONTRATO
Está claro que muchos de los contratos son inadmisibles y que la propuesta de Ciudadanos es una vergüenza.
El problema es que solo contemplamos los contratos leoninos y sin garantías y no analizamos otros, como el del Reino Unido, que respetan todos los derechos de las mujeres: derecho al aborto, posibilidad de volverse atrás durante el embarazo y tres meses después del nacimiento, posibilidad de seguir en contacto con el niño o la niña,…y vigilando que de verdad sea altruista.
Otro argumento que no nos vale: si no nos gustan los contratos actuales, seguro que nos ofrecen otros mejorados.
LA MERCANTILIZACIÓN EN UNA SOCIEDAD CAPITALISTA NEOLIBERAL Y PATRIARCAL
Por supuesto que rechazamos este tipo de sociedad cada vez más injusta, desigual y mercantilizada, pero es tramposo usar este argumento solo en este tema.
La reproducción asistida es el gran negocio de los últimos años y está claro que, sin ningún escrúpulo, pretenden ampliarlo con los vientres de alquiler; pero tenemos que recordar que también fueron negocio las clínicas para la “interrupción del embarazo”. Cuando en nuestro país se promulgó una timorata e hipócrita ley de supuestos que no permitía a nadie abortar en la Seguridad Social, estas clínicas privadas lo hacían esquivando la ley, por cierto con tarifas bastante elevadas. Es decir que utilizar a las mujeres como negocio no es nada nuevo.
Tampoco creo que debamos mitificar la adopción como la panacea, se nos presenta a menudo como la solución políticamente correcta pero, aunque sea duro decirlo, muchas adopciones también han estado mercantilizadas y han sido negocios donde se ha movido mucho dinero que se llevaban agencias, intermediarios, administraciones, e incluso mafias. Ahora cuando ya muchos de lxs adoptadxs en nuestro país son adultxs se está revisando hasta qué punto es ético y conveniente sacar a menores de sus países y traerlos al “primer mundo”.
En resumen, no podemos emplear el argumento de la mercantilización, solo para lo que nos interesa.
SI FUERAN HOMBRES ESTAS PRACTICAS NO SE CONSENTIRÍAN
Está es una frase que usamos a menudo las feministas y las mujeres en general y que a mí me parece un poco simplista, maniquea y peligrosa. Parece que la sociedad se divide por naturaleza en hombres malos y verdugos enfrentados a mujeres buenas y víctimas.
Está claro que en una sociedad patriarcal la cuestión de género aumenta la discriminación, pero olvidamos a menudo otros factores como por ejemplo la historia, la clase social, la edad, las distintas formas de sexualidad, la raza…
El capitalismo y el neoliberalismo se mueven por el beneficio a corto plazo y sin escrúpulos morales y ahí entramos todxs: hombres y mujeres, heterosexuales y homosexuales, niñxs y ancianxs, blancxs y negrxs…
En el caso de los vientres de alquiler hemos buscado al malo de la película: El gay rico, famoso y caprichoso, que confunde sus deseos con derechos (otra frase peligrosa), pero nos olvidamos que no son los únicos que recurren a los vientres de alquiler, que también lo hacen parejas heterosexuales y mujeres solas que no pueden concebir.
En resumen, que los argumentos en contra de una parte del feminismo (que curiosamente esta vez coincide con grupos muy conservadores) creo que son endebles, hechos más con el corazón y las tripas que con la cabeza y que necesitamos más información y debates más tranquilos y menos dogmáticos.
Personalmente el tema de los llamados vientres de alquiler me produce inquietud, repulsa y rechazo y me remueve muchas cosas, pero después de darle muchas vueltas creo que nadie nos atrevemos a ir al fondo de la cuestión haciendo dos preguntas fundamentales:
¿Tiene la mujer derecho a disponer libremente de su propio cuerpo?, siempre por supuesto que no perjudique a terceros, y aquí estamos hablando de temas tan conflictivos como el aborto, la prostitución,…
Y algo más complicado: ¿Tiene la mujer derecho a disponer de lo que las Escrituras llamaban el “fruto de su vientre”? , o hablando sin eufemismos: ¿tiene derecho a vender a lxs hijxs que gesta y que pare? Porque realmente la modalidad altruista es anecdótica, aquí de lo que realmente se habla es de venta de niñxs aunque se empleen frases tan engañosas e hipócritas como donación, cubrir gastos o compensación económica.
Creo que estas preguntas siguen siendo tabúes en nuestra sociedad heteropatriarcal y capitalista y eso explica por qué el debate está tan enconado.
Isabel
Me gusta mucho tu reflexión, yo me hago las mismas preguntas y aún no he llegado a ninguna conclusión. Las dos opciones tienen su lado bueno y malo. Lo que está claro es que va a ser un hecho y por lo tanto cuanto más regulado esté menos posibilidades habrá de que intervengan mafias que se enriquezcan a costa de estas mujeres
ResponderEliminarGracias por tu opinión:
ResponderEliminarYo también creo que las politicas de prohibición solo llevan a que las mafias lo hagan bajo cuerda,jugando con la salud de las mujeres y sin respetar los derechos que tanto nos ha costado conseguir.
Solo tenemos que recordar lo que pasaba en España cuando el aborto era ilegal
Gracias por tu reflexion y tus dudas. No me siento identificada con las posiciones clarísimas a favor o en contra de los vientres de alquiler.
ResponderEliminarHe pasado por la alegría de ser madre y también por la angustia de abortar. Siempre he defendido y defiendo el derecho de las mujeres a decidir sobre nuestro cuerpo, nuestros deseos y sentimientos ,siendo consciente de todos los condicionantes a los que estamos sometidas en esta sociedad patriarcal.
Desde la alegría con la que vivo la maternidad entiendo a las personas mujeres y hombres que quieran ser madres-padres y no puedan. Jamas juzgaría sus deseos y sentimientos.
El problema de la mercantilización siempre ha estado presente en los abortos, adopciones o vientres de alquiler.Así funciona la sociedad capitalista en la que vivimos.
Las prohibiciones solo traen sufrimiento vulnerabilidad e indefensión total a las mujeres.
Hay países como Reino Unido o Canadá en que la ley protege a las mujeres durante el embarazo , parto y postparto .
En mi opinión, una legislación que regule la maternidad subrogada con garantías y cuidados físicos y psicológicos para las gestantes sería la manera de proteger a las mujeres más vulnerables y pobres de las mafias.
En segundo lugar, no soy quien para juzgar los deseos de maternidad-paternidad de un colectivo de personas.
Muchas gracias Gloria por compartir tu experiencia personal y tus reflexiones y también por abrir la mirada y respetar otras opciones y otras opiniones
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