Jane Jacobs ( 1916-2006), fue una activista americana, que primero en Nueva York y luego en Canadá, luchó por una ciudad humana en la que lo más importante fueran los vecinos y sus barrios.
En su memoria se organizan en ciudades de todo el mundo los llamados Paseos de Jane, con una visión crítica y reivindicativa.
El domingo día 7, hicimos el primer paseo de Jane en el barrio de Pacifico.
En muchos puntos del recorrido, Antonio Colino comentó los problemas y conflictos que presenta cada zona en estos momentos; en otros puntos, eran los participantes en distintos proyectos, los que los explicaron con detalle y entusiasmo; en cada parada Rodro leyó un párrafo del famoso libro de Jane Jacobs: Muerte y Vida de las Grandes Ciudades Americanas (increíblemente actual a pesar de haberse escrito en 1961) y también como Vocal Vecino recogía sugerencias y “aguantaba” nuestras quejas y reclamaciones.
Empezamos en la Cuesta de Moyano, con parada en la caseta Proyecto Moyano, estupenda iniciativa para dar vida a esa zona que con tanto granito, tan poca sombra y el pegote de la estación eléctrica, no acaba de ser acogedora ni de invitar a pasear.
Paramos en el Museo de Antropología y hablamos de la falta de accesos en la parte sur del Retiro, de la casa de Santiago Ramón y Cajal, donde pronto se levantará un edificio de viviendas de lujo, del conflictivo tema de la gasolinera que sigue en servicio, un año después de que se anunciase su cierre y de otros temas que afectan a esta zona, una de las más ruidosas y contaminadas de Madrid.
Entramos ya en Pacifico propiamente dicho, barrio que surgió a finales del siglo XIX dentro del llamado Ensanche Sur, seguimos el eje de la Avenida Ciudad de Barcelona, cuyo nombre original fue Calle del Pacifico, dejamos a la derecha la Estación de Atocha o Mediodía , la primera estación de Madrid (1851) y bajando por la zona de aparcamientos observamos los magníficos edificios de los Docks, creados como almacenes , aduanas y oficinas ferroviarias, al final encontramos un pequeño taller, conservado milagrosamente gracias a la Neomudejar, que ha hecho un magnífico trabajo de limpieza, recuperación y conservación; han montado un pequeño museo ferroviario: talleres, salas, herramientas, utillaje… y un enorme motor, del mismo tipo y de la misma empresa sueca que fabricó los del Titanic, una auténtica joya de arqueología industrial. Se ha conservado todo: hierro, ladrillo, madera e incluso el olor a tren , a vapor y a carbonilla; en este espacio, que nos lleva a otra época y que nos recuerda las duras condiciones de sus obreros , ahora, artistas españoles y extranjeros, trabajan y exponen obras de vanguardia, sin que por desgracia parezcan tener mucho apoyo ni estatal ni municipal.
La siguiente parada es el Panteón de los Hombres Ilustres, prácticamente escondido y tapado por el colegio de los Dominicos, aprovechamos para comentar el futuro de este colegio cuya concesión vence dentro de cuatro años, también echamos un vistazo por fuera a la Fábrica de Tapices, al colegio San Isidoro y ya en la calle Granada, al colegio Francisco de Quevedo, que construyó el famoso arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, como casa y estudio de Jean Laurent, pionero de la fotografía en Madrid. Nos parece muy acertada la petición de Antonio de que los colegios que se pagan con dinero público se abran los fines de semana.
Volvemos a salir a la Avda. Ciudad de Barcelona y entramos a la Nave Daoiz y Velarde que fue en su origen parte de los Cuarteles de la Maestranza y durante los últimos treinta años escenario de la lucha vecinal del barrio para salvar este espacio emblemático de la especulación inmobiliaria. Fue una alegría entrar, oír música y ver a jóvenes y mayores bailando Swing. Pudimos ver zonas de la nave que todavía no están abiertas al público, en concreto el espacio destinado a teatro infantil y juvenil, que parece que podrá abrirse en un plazo de 2 años.
Seguimos andando y llegamos al Puente (Scalextric) de Doctor Esquerdo, allí Rodro y Beto nos explicaron dos proyectos muy interesantes: En la parte inferior, Pacifico Puente Abierto, ya han empezado las obras que transformaran este “no espacio” en lugar de deportes, arte y convivencia. En la parte superior Pedro Bosch, proyecto para unir los distritos de Retiro y Arganzuela, peatonalizando algunos carriles del paso elevado; ya se están haciendo talleres y paseos con los vecinos para visualizar y valorar el proyecto.
El cansancio y el calor se dejan notar y se decide acortar el paseo, así que vamos directamente a la última parada: El Huerto de Seco-Adelfas, donde Kois nos cuenta historias de esta zona del barrio con una gran trayectoria de luchas y reivindicaciones vecinales y la experiencia de este estupendo huerto urbano, uno de los primeros de Madrid.
Acabamos el paseo bebiendo agua fresca del botijo que nos ofrecen los huertanos y que nos hace recordar a los vecinos/as de este barrio de pequeñas corralas y casitas bajas que se llamó las Californias.
Como comentaba antes, este ha sido el primer Paseo de Jane en Pacifico; para mí fue interesante, sugerente y me hizo recordar muchas cosas de mi niñez en el barrio. No hubo mucha afluencia, tal vez por las fechas, esperemos que tenga continuidad y que en próximos años pueda prepararse con más tiempo y más participación vecinal.
Isabel Sánchez